El Manchester United cumplió con los pronósticos y comenzó con victoria en su casa frente a un Wolves (1-0) que venía muy tocado por las bajas y por la marcha de Lopetegui hace apenas unos días. A los de Ten Hag les costó llevarse los 3 puntos frente a un peleón Wolverhampton, y prosigue la estela de City y Arsenal.
La primera mitad acabó sin tantos mas al revés de lo que podríamos meditar, fueron unos 45 minutos bien interesantes. El Manchester United imprimió un ritmo demoníaco y fue el que llevó el peso del primer tiempo, y el que dominó con balón mas no acabó de estar fino en los metros finales. Rashford y Garnacho fueron los más activos en la faceta ofensiva mas faltó paciencia en el momento de acotar y el marcador no se movió. Los Wolves admitieron el reto de los ‘Red Devils’ y respondieron con perfección con unas contras endemoniadas que tuvieron a Cunha como gran protagonista. El brasileiro fue el mejor de su equipo y de una enorme jugada personal suya, estuvo a puntito de llegar el tanto de Sarabia, mas se le marchó demasiado cruzado.
La segunda mitad empezó de igual modo que la primera, con un ritmo muy, muy alto y con ocasiones bastante claras en las dos áreas. Cunha prosiguió haciendo de las suyas y cuando mejor estaba el Wolverhapton, llegó el tanto del United.
Bruno Fernandes se la puso en profundidad a Wan Bissaka en el área, el bote le favoreció, centró de primeras y en el segundo palo remató Varane de cabeza para abrir la lata. La celbración con saña del central francés dejó latente que no veían nada claro llevarse los 3 puntos en el comienzo de Liga.
No se rindió el Wolves y logró localizar huecos en la zaga local, mas entre la carencia de acierto y un buen Onana evitaron el empate, dejando los 3 puntos en Old Trafford.